Volar
Atreverse a volar, en sentido literal y figurado, tiene sus riesgos. Volar implica valorar y hacer conscientes los riesgos para poder reconocer los miedos y vencerlos. Cuando se logra afrontar y controlar los riesgos, se pierde el miedo y la sensación de libertad es indescriptible. Quienes han experimentado esta sensación sienten, y saben, que pueden cambiar el mundo. Entonces volar deja de ser una metáfora y se convierte en una poderosa fuerza liberadora y transformadora. Pero aún así volar tiene sus riesgos, y estos se hacen evidentes en los accidentes. Cuando me entero de accidentes de gente que se ha atrevido a volar, me pregunto si debería regresar a la tierra y quedarme para siempre en un lugar seguro. Ha sido tanta la felicidad de poder volar, es tanto lo que he aprendido, es tanto lo que se ha transformado en el intento, que prefiero afrontar los riesgos y volar cada vez más alto. Ayer murió alguien qu...