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Mostrando entradas de julio, 2020

Paloma

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Este cuento fue publicado por el periódico El Espectador el 18 de julio de 2020, bajo el título: Paloma (Cuentos de sábado en la tarde)  https://www.elespectador.com/noticias/cultura/paloma-cuentos-de-sabado-en-la-tarde/ No piensa, solo está estático mirando entre las lágrimas la mesa recién pintada y resanada que acababa de arreglar. No sabe cuánto tiempo lleva ahí sentado ni cuántos perros han entrado a merodear, pero ya se va a acabar la botella. Ojalá se acabara primero la vida, dice para si mismo. Hace rato que la chimenea dejó de humear, tal vez unos días o ¿serán horas?, cómo saberlo. Todavía siente las botas retumbar y todo se estremece y vuelan los libros y los platos coloridos, y los cajones vomitan ropa, sábanas y papeles. Dicen que por las noches, no más se le iba en puro llorar. Arrasaron con toda la vereda aunque en cada casa decían que solo la buscaban a ella. Fue un rumor, un rumor infundado y mal intencionado como todos los rumores. Nunca se sabrá qué lo desató. La env

Una biblioteca para volar

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Este texto fue publicado por el periódico El Tiempo el 10 de diciembre de 2019, bajo el título:Una biblioteca para volar en homenaje a la libertad. https://www.eltiempo.com/cultura/musica-y-libros/biblioteca-de-la-carcel-distrital-de-varones-y-anexo-de-mujeres-de-bogota-442396 Desde la ventanilla del carro, la ciudad pasa rápido. A pesar del trancón, cada escena habla fugazmente de una Bogotá que se contonea como bailando una danza de colores. Rumbo a la cárcel es inevitable pensar en tantas cosas que se pueden hacer en libertad y pasan inadvertidas para quienes nunca han estado recluidos. Un carro se detiene en la orilla para descargar mercancía, una mujer camina con afán con el bolso apretado bajo el brazo, dos niñas ríen a carcajadas entre sus faldas escocesas, un hombre mira su celular y esquiva aparatosamente los obstáculos de la acera, y un viejo utiliza sus harapos como almohada mientras duerme la siesta. Es la vida que pasa y fluye, tan natural que es casi imperceptible para lo

El Castillo: un perdón que esperó 200 años.

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Este texto fue publicado por el periódico El Tiempo el 12 de julio 2019, bajo el título: Luego de toda una vida en la guerra, El Castillo encontró la paz. https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/el-castillo-en-el-meta-vive-la-fase-de-posconflicto-387786 “A mí, la guerra en Colombia nadie me la contó, yo tuve que vivirla en carne propia”, dice Laura con la mirada perdida entre sus propios recuerdos. “Yo tuve que huir una noche y de pronto, dejar mi cama y mi casa y correr con mi hijo a buscar refugio a otro lado”. Laura habla pausado, casi para sí misma, con cierto dejo de sabiduría, de esa que solo se adquiere después de que se ha vivido mucho y con mucha intensidad. Ella sola, en media vida, parece acumular todas las historias de todos los tiempos. “Hija de El Castillo”, como dice, es nieta de uno de los fundadores del pueblo, y cuando cuenta su relato es fácil entender que este joven municipio del Meta, incrustado en las faldas de la cordillera Oriental, también ha vivido mu